Los componentes del lenguaje radiofónico, o, dicho de otro modo, las materias primas con las que trabaja la radio son cuatro:
• la voz
• la música
• los efectos sonoros
• el silencio
La voz es sonido y, como tal, presenta una serie de características que en el caso de la radio cobran un significado especial que no está presente en otros modos de comunicación. Entre ellas, destacaremos especialmente las siguientes:
• el tono
• la intensidad
• el timbre
Con respecto a la música, cumple funciones muy variadas, sirviendo para ordenar y distribuir contenidos y secciones, para describir un lugar, trasladar mentalmente al oyente a un espacio concreto, suscitar un determinado "clima" emocional, despertar algún tipo de emoción…
Los efectos sonoros son sonidos, ya sean naturales o artificiales, que sustituyen la realidad de forma objetiva o subjetiva; con el objetivo de que el oyente perciba una imagen auditiva. De esta forma, pueden emplearse también para evocar un ambiente, una emoción,…
Por último está el silencio que al igual que los demás elementos, es capaz de expresar, narrar, describir... Aparece cuando se produce una ausencia total de sonidos, es decir, no hay ni voces, ni música, ni efectos sonoros, aunque su sentido sólo será captado a partir de la relación que la ausencia guarde con los elementos emitidos anteriormente o con aquellos que le sigan.
A continuación podéis escuchar un ejemplo de cómo el locutor emplea los diferentes elementos, especialmente la voz de maneras totalmente distintas en función del propósito que persigue (publicidad, información y deporte)
miércoles, 12 de mayo de 2010
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